Book review: Alguien tiene que llevar la contraria
Mis vacaciones este año en Colombia fueron cortas y por tanto elegí un libro que se veía corto pero sustancioso. “Alguien tiene que llevar la contraria” es una colección de 12 ensayos escritos por Alejandro Gaviria, el actual ministro de salud de Colombia. El título me viene como anillo al dedo, pero en verdad lo que me cautivo fue el autor. Yo conocí a Alejando en 2008 cuando el era decano de Economía en la Universidad de los Andes y yo comenzaba a trabajar como asistente de investigación en el grupo del economista ambiental Jorge Maldonado. Alejandro Gaviria, como varios de mis profesores modelo (e.g. Garry Peterson, Juan Camilo Cárdenas) comenzó su carrera como Ingeniero. Luego hizo su doctorado en Economía en la Universidad de California, y aunque escribe y piensa como economista, también ha hecho carrera como columnista en periódicos nacionales, ha escrito varios libros, mantiene un blog, y ha recibido premios por su labor como investigador, docente, y periodista. En resumen, es una persona que no solamente es un buen académico, también es un buen comunicador y ha tenido el coraje de pocos de hacer la transición de escribir artículos científicos a políticas publicas. El libro, ya en su cuarta edición tan solo tres meses después de la primera, está catalogado por la editorial como ‘sociología’. Ahi fue cuando me pregunte: cómo lo hace?
El libro se divide en tres secciones. La primera titulada ‘Liberalismo y cambio social’ tiene un matiz mucho mas filosófico y literario. Son un conjunto de reflexiones valiosas sobre que es la democracia, sus limitantes, el conflicto y su valor como motor de cambio social, al igual que la importancia del escepticismo. Esta primera parte muestra el aprecio que Gaviria tiene por la literatura y como el contar historias nos ayudan a imaginar futuros y criticar presentes. Me gusto mucho como resalta el valor del conflicto en la sociedad, respetuoso y necesario, al igual que el valor del escepticismo, una practica imprescindible en el quehacer científico.
La segunda parte es sobre hechos y palabras. Tiene un matiz mucho mas histórico y es muy rico en detalles del contexto colombiano. Comienza evaluando la evolución de la desigualdad en Colombia y el apogeo de las ideologías Marxistas en los países latinoamericanos. Continua con una breve reseña del Darwinismo en Colombia, de como las ideas evolutivas fueron en un principio rechazadas y finalmente aceptadas en nuestro país. Introduce también la historia de la ‘meritocracia’, un termino acuñado por Michael Young en 1958 cuyo significado se ha transformado en algo menos negativo de lo propuesto por el autor de El ascenso de la meritocracia. Gaviria retoma su significado original y advierte de sus consecuencias negativas en la division de clases sociales y en ultimas el aumento de la desigualdad. Por ultimo, el autor revista la historia de la guerra contra las drogas en Colombia con una colección buenísimas de referencias para el lector interesado.
La tercera parte fue mi favorita. Gaviria cierra el libro con ensayos mas académicos basados en hechos y estadísticas del progreso social en Colombia y otros países latinoamericanos. Entre otros temas, trata la disminución de la pobreza, un análisis de movilidad social y por ultimo una critica a la ‘crisis’ de salud publica. Gaviria es cauto al advertir que es largo el camino por recorrer, pero a la vez sincero en dejar claro que progreso si ha habido, mas social que económico, pero definitivamente no es negligible. Lo que me gustó fue el aire de realismo optimista que se respira entre sus lineas. Llama al colombiano a criticar la realidad desde los hechos, a no darnos palo tan duro y de gratis, y darnos cuenta que si se puede. Gaviria deja ver aqui y allá su pasión por la literatura, sus gustos y disgustos ideológicos y politicos, así como los dilemas éticos que enfrenta como funcionario público. Al final de cuentas es un ser humano como cualquier otro que a travez de su escritura invita a repensar el país y la época que nos toco vivir de una manera diferente, al menos constructiva.
Good news on poverty (by Bono)
Because from time to time one needs some good news
“… we are going to win because we don’t understand politics
we are going to win because we don’t play their dirty games
we are going to win because we don’t have a party political agenda
we are going to win because the tears that come from our eyes actually come from our hearths
we are going to win because we dream and we’re willing to stand up for those dreams…” -Wael Ghonim
“we are going to win, if we were together as one, because the power of the people is much stronger that the people in power” -Bono